Hoy os voy a compartir un secreto que cuento a los papis que vienen a mis escuelas de padres sobre rabietas.
Muchas veces para evitar el conflicto, dejamos que sea nuestro hijo el que elija ciertas cosas, lo que acaba distando mucho del objetivo y acaba provocándolo.
Os pongo un ejemplo: “Todos los días con mi hijo es una pelea a la hora de vestir”.
¿Qué hacemos? Sin pensar en las consecuencias, dejamos que nuestro hijo elija la ropa para ese día, pensando que vamos a asumir la decisión del niño sin pelear.
¿Qué ocurre? Ese día nuestro hijo se ha levantado con ganas de disfrutar y elige algo que ni se nos ha pasado por la cabeza: el disfraz de spiderman.
Si no estás dispuesta a dejar que tu hijo se ponga ese disfraz para ir a la calle ese día, ya la hemos liado... le hemos dado a elegir y tenemos que respetar que lleve ese disfraz o nos enfrentaremos a una gran rabieta.
Ahora bien, si le damos la ropa que nosotros queremos, también peleamos.
¿Cuál es mi secreto? Darle a elegir, si, pero entre dos opciones que TU quieres. (Dos o las que tu consideres).
“Hoy te voy a dar a ELEGIR! Puedes ponerte el polo verde o el blanco, ¿cuál te apetece?”
De esta manera, nuestro hijo siente que decide porque así es, que nos importa su opinión y que contamos con él. Pero a su vez, somos nosotros los que verdaderamente estamos eligiendo que se ponga un polo en lugar de una camiseta.
Otros ejemplos: “¿Qué quieres cenar, lenguado o merluza?“ “¿Qué quieres hacer primero, lavarte los dientes o recoger la habitación?”
Os animo a probarlo y podéis comentar qué tal os ha ido, notaréis el cambio!
Un abrazo
Comments