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ESTADOS DE ÁNIMO

¿Te has sentido más deprimido de lo normal estos días de atrás?

¿Tus hijos han tenido días más irascibles?

¿Crees que es debido al tiempo que llevamos confinados en nuestras casas?

Evidentemente cada día que va pasando, la situación se hace más pesada y más si tenemos hijos a los que atender, pero hoy os voy a hablar acerca de la vitamina D y sus efectos en el estado de ánimo.

Estudios han demostrado la importancia de esta vitamina para la salud física, pero además, se conoce que la vitamina D, afecta al estado de ánimo y cuando carecemos de ella, nos vemos más vulnerables a estados depresivos.

Este es uno de los motivos por los que quizás estos días te hayas sentido así.

¿Por qué es debido esto? La vitamina D, además de encontrarse en algunos alimentos como el salmón, la caballa, el atún, las sardinas, la yema del huevo o el queso entre otros, nos la aporta el sol.

Por ello, los días lluviosos o nublados, pueden contribuir a que nos encontremos más bajos de ánimo.

Estudios demuestran que en países donde hay muy pocas horas de sol, el índice de suicidios es muy superior al de países donde hay muchas más horas de sol.

¿Qué puedo hacer? Evidentemente en el momento en el que veas que sale algún rayo del sol, aprovéchalo, sal a la terraza o a la ventana y disfruta de la maravillosa sensación que te produce. Además, puedes tomar algunos de los alimentos que he citado anteriormente para favorecer la falta de esta vitamina.

¿Y qué pasa con mis hijos?

Además de que esto también afecta a los niños, y pueden sentirse más decaídos, en ellos, además les repercute la transmisión que hacemos de nuestras propias emociones.

Si nosotros como adultos nos encontramos más deprimidos, inconscientemente estamos transmitiendo ese estado de ánimo a nuestros hijos, y además, solemos estar más irascibles por lo que las rabietas pueden estar al caer.

Nosotros nos encontramos más desanimados e irascibles, se lo transmitimos a nuestros hijos, lo que hace que ellos también tengan un comportamiento más difícil, y esto nos altera aún más, es un círculo que no acaba.

La solución está en que vosotros los adultos, cortéis esta cadena.

En este caso, os recomiendo que empaticéis con ellos, que entendáis también sus propias emociones y en la medida de lo posible, seáis conscientes de las vuestras para no transmitírselas.

Si observas un poco las mayores rabietas de tus hijos, ¿cuándo suelen darse? La mayoría de los padres dicen: “Hoy tengo un día horrible y encima mi hijo está teniendo rabietas continuamente”. ¿Crees que es casualidad?

Los padres hemos transmitido nuestras propias emociones y es por ello que los niños se encuentran más irascibles.

Os animo en estos días a observar vuestras emociones, y cuando notéis que alguna de ellas está subiendo mucho la intensidad y va a traspasar esa línea roja que todos tenemos y nos va a hacer perder el control, hagáis 10 respiraciones cogiendo aire en 5 segundos por la nariz y soltando en 5 segundos por la boca. Esto os ayudará a tener coherencia cardíaca y a regular las emociones para no “estallar”.

Como siempre explico, es bueno y necesario sentir esas emociones, pero hay que tener cuidado para que no suban demasiado de intensidad y estallen o se desborden llevándonos a perder el control con gritos o a estados de ansiedad severa.

Si pones la atención en ello, serás capaz de observar y darte cuenta de muchas emociones y lo más importante, controlar la situación.

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