top of page

La importancia de las emociones

Todas las emociones son necesarias, ya que nos guían y nos ayudan en nuestro día a día y gracias a ellas, podemos tomar mejores decisiones.


La tristeza suele estar relacionada con una pérdida de cualquier tipo y su función principal es readaptarse a esa pérdida ayudando a nuestro cerebro a procesar la ausencia.


La rabia aparece cuando algo no nos sale bien, o no es de nuestro agrado y sirve para luchar por aquello que queremos.


El miedo nos indica que hay un peligro y nos pone en marcha para evitar lastimarnos. Es una señal de alarma que nos avisa de que algo no está bien y que sucederá algo malo si no actuamos en consecuencia.


La alegría nos ayuda a entrar en contacto con los demás, es una forma de relacionarnos y crear vínculos con el exterior, a la vez que mejora nuestra autoimagen.


Por esto, es importante que trabajemos con los niños inteligencia emocional, y puede ser tan simple, como preguntarle qué emoción siente en un determinado momento.



No debemos preguntarle directamente lo que nosotros creemos que está sintiendo, ya que podemos confundirle. Es decir, es mejor preguntarle: "¿Qué emoción ha venido?" o "¿Qué sientes?" que preguntarle: "¿Estás triste?" Ya que de esta manera estamos indicándole que a nosotros nos parece triste y quizás esté enfadado.


Es fundamental que dejemos que nuestros hijos experimenten todo tipo de emociones, aunque a nosotros nos pueda llegar a fastidiar cuando sienten rabia o nos haga daño verles tristes, pero es necesario para su adecuado desarrollo psicológico.


Y es que cuántas veces escucho: "Deja de llorar", "No llores", "No ha sido nada", "Eso es una tontería, no te pongas así".

¿Os reconocéis en alguna de las frases anteriores? Es verdad que lo hacemos pensando que es lo mejor y que así evitaremos el sufrimiento de nuestro hijo, pero estamos equivocados, si para nuestro peque es algo tan importante que le hace llorar, ¿Por qué no le dejamos hacerlo y sentirlo? Si alguna vez a nosotros nos sale algo mal y estamos enfados, ¿nos gusta que nos digan "no te pongas así?". Algo no me ha gustado, me da rabia y por tanto me enfado, pero es algo totalmente normal.


Evidentemente, los niños (y según de qué edad aún más), no saben gestionar estas emociones, y es ahí donde tenemos que ayudarles, pero siempre siendo conscientes de que no debemos evitarlas, simplemente ayudarles a que salgan de una manera más sana, sin hacer daño, o acompañándoles en su dolor.


El otro día, hablando con una de mis hijas (7 años) sobre emociones me sorprendió lo bien que me lo explicó al preguntarle: ¿Crees que hay emociones buenas y malas? a lo que me respondió: "No mamá, todas son buenas".

- Entonces, ¿la tristeza y la rabia no son malas?

- No, porque si por ejemplo se muere alguien y te da mucha pena, pues tienes que llorar y no es malo.


Si tu hijo se siente triste, enfadado, o tiene miedo, no intentes reprimirlo, acompáñale en su emoción estando a su lado.











14 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

ESTADOS DE ÁNIMO

¿Te has sentido más deprimido de lo normal estos días de atrás? ¿Tus hijos han tenido días más irascibles? ¿Crees que es debido al tiempo que llevamos confinados en nuestras casas? Evidentemente cada

bottom of page