Queridas familias,
Comparto con vosotros algunas reflexiones sobre los valores que ofrecemos a nuestros propios hijos en muchas ocasiones:
Si lo más importante para los padres de infantil es hacer un regalo de final de curso de 500€ a la profesora, porque ésta es la mejor manera de valorar su trabajo y su cariño ofrecido a los niños, mal vamos.
Si un niño que es un poquito más movido de lo normal, le dejamos en el colegio cuando hay salidas culturales por no poder estar pendiente de él en lugar de integrarle y enseñarle, mal vamos.
Si un niño tiene problemas en el colegio y en lugar de buscar el origen para encontrar soluciones y ayudarle, le etiquetamos y le encasillamos en esa etiqueta, mal vamos.
Si un grupo de niños “juegan” a pegarse, y se ríen todos menos uno, quizás no estemos enseñando a los niños a divertirse y mucho menos a RESPETAR a sus amigos.
Si un niño de primaria se balancea en una silla y le castigamos arrodillándole durante una clase, ¿estamos en 2018 o en los años 70?
Me preocupan mucho las cosas que oigo de padres y niños, cada día. Realmente me preocupa tanto como madre que mis hijas vivan en una sociedad donde se dan estos casos, que no pierdo un minuto en enseñarles los valores que no veo fuera.
Me siento con ellas y les explico que cada uno es diferente, pero no por eso tenemos que reírnos de nadie, sino todo lo contrario, ayudarle si lo necesita.
Cuando tenemos que hacer un regalo, no buscamos el más caro, si no aquel detalle que sabemos que a esa persona le encanta. Les enseño que un simple dibujo con un “te quiero mucho”, vale más que un regalo caro.
No necesito enseñarles a decir te quiero y a dar besos y abrazos, ella solas lo hacen porque les doy 50 besos cada día y no paro de decirles lo mucho que las quiero.
No pretendo que sean las que leen mejor, ni las que mejores notas saquen, si no que cada día, les digo lo increíbles y maravillosas que son, y lo feliz que me hacen. Intento que cada día se quieran un poquito más, porque cuando ellas se quieren, son capaces de amar al resto.
Me siento orgullosa cuando me dicen que son las únicas que juegan con un amiguito con el que nadie quiere jugar, porque seguramente otros padres habrán dicho a sus hijos que no vayan con ese niño porque es diferente.
Me siento orgullosa de que ayuden a los demás, aunque para ello acaben una tarea más tarde o no sean las primeras en la fila.
Me preocupa que haya gente que no comparta estos pensamientos, pero me tranquiliza saber que el día de mañana mis hijas si los compartirán porque yo se los transmito cada día.
Me preocupa tanto, que os invito a reflexionar sobre ello, y también os invito a transmitir bonitos valores a vuestros peques, al final ellos serán tu espejo.
AMOR, CARIÑO, RESPETO, LIBERTAD, REFLEXIÓN son los valores que trabajo en mí misma y los que intento transmitir.
Un abrazo CONEmocXIÓN
